Travelling

(Travelling / Travelling)

Movimiento físico de cámara en el que se desplaza a lo largo del plano la posición de su eje. El movimiento de la cámara puede realizarse en cualquier dirección, aunque por lo general cuando se habla de travelling suele ser hacia adelante (avanti en voz italiana o in en la inglesa), hacia atrás (retro en italiano, out en inglés), de forma lateral o bien en círculo. El travelling tradicional se lleva a cabo con la cámara sobre raíles o bien a mano, aunque el primer movimiento de cámara en desplazamiento que se conoce es el del film rodado en una góndola veneciana Panorama del Gran Canal visto desde una embarcación (Panorama du Grand Canal vu d’un bateau, 1896) de Alexandre Promio, operador de los Lumière. Segundo de Chomón inicia el travel sobre ruedas y realiza este movimiento de cámara con funciones narrativas en los lentos desplazamientos del largometraje Cabiria (1913) de Giovanni Pastrone, y en los travellings aéreos de Napoleón (Napoléon, 1927) de Abel Gance. En 1976 el director de fotografía Garrett Brown inventa el estabilizador “Steadicam”, que suaviza la vibración del operador en el travelling cámara en mano, utilizándose por primera vez en Esta tierra es mi tierra (Bound for Glory, 1976) de Hal Ashby, y poco después en El resplandor (The shining, 1980) de Stanley Kubrick, en los paseos en triciclo del niño Danny por los pasillos del hotel.

El travelling tradicional se lleva a cabo con la cámara sobre raíles o bien a mano, aunque el primer movimiento de cámara en desplazamiento que se conoce es el del film rodado en una góndola veneciana Panorama del Gran Canal visto desde una embarcación

Algunos de los travellings más celebrados de la historia del cine son los del coronel Dax avanzando en las trincheras entre los soldados de Senderos de gloria (Paths of Glory, 1957) de Stanley Kubrick, las caminatas del protagonista psicópata asesino en Angst (1983) de Gerald Karlg (con un sistema creado por el operador Zbigniew Rybczynski que hace solidaria la cámara con el actor), los virtuosos planos-secuencia cámara en mano de Mikhail Kalatózov tanto en Cuando pasan las cigüeñas (1957) como en Soy Cuba (1964), o el avance de la pareja protagonista por pasillos y cocinas hasta llegar delante del escenario del local nocturno en Uno de los nuestros (Godfellas, 1990) de Martin Scorsese.

Soy Cuba

Hay fósiles cinematográficos que son buscados por los paleontólogos de este arte y fósiles cinematográficos que sencillamente aparecen de manera milagrosa. Soy Cuba se cuenta entres estos últimos, ya que significó un hallazgo tan inesperado como hallar un mamut siberiano preservado bajo las arenas de una isla tropical
J. Hoberman

I am Cuba / Soy Cuba | Mikhail Kalatózov, 1964, Cuba/URSS

En 1959, con el triunfo de la Revolución Cubana, las relaciones entre la isla y la Unión Soviética estaban en su máximo apogeo. En el marco de la cooperación cultural soviético-cubana, se coproduciría en 1963 Soy Cuba, película dirigida por Mijail Kalatózov en la que participó un amplio equipo técnico cubano-soviético encabezado por el director de fotografía Serguéi Urusevski, el mismo que trabajó junto a Kalatózov en Cuando pasan las cigüeñas (Palma de Oro en el Festival de Cannes en 1958). Se trata de un film en cuatro episodios que traza la historia de Cuba desde antes de la Revolución hasta la lucha en la Sierra Maestra. Entre las historias, una narradora (representando “la voz de Cuba”) dice cosas tales como "Soy Cuba, la Cuba de los casinos, pero también de la gente". Su magistral puesta en escena y su montaje en la tradición del mejor cine soviético, transformaron este “relato caribeño” en una original epopeya socialista que, paradójicamente, no fue demasiado bien recibida ni por las autoridades soviéticas ni por los dirigentes cubanos del ICAIC, que la consideraron tremendamente estereotipada. Olvidada durante décadas, fue redescubierta y restaurada 30 años después por cineastas norteamericanos como Francis Ford Coppola y Martin Scorsese. Kalatazov, que falleció en 1973, no llegó a ver nunca el homenaje póstumo que éstos le rindieron en 1993.

Retrato de Mikhail Kalatózov

Mikhail Kalatózov

(1903-1973)

Georgiano de nacimiento, Kalatózov se inició en el cine durante la década de 1920, realizando diversas tarea como actor, guionista o productor. En 1930, dirigió en solitario el documental La sal de Svanetia, trabajo que reflejaba las duras condiciones de vida que debían afrontar los habitantes de las montañas del Cáucaso, y que sería comparado por el crítico francés Georges Sadoul con la algo más tardía Las Hurdes, tierra sin pan (1932) de Luis Buñuel. En 1937 terminó sus estudios en la Academia de Arte de Leningrado, siendo contratado como director por los estudios Lenfilm. En 1943 empezó a trabajar para la compañía Mosfilm, desempeñando al mismo tiempo importantes cargos políticos relacionados con el cine. El reconocimiento internacional le llegaría con el estreno en 1957 de su melodramática Cuando pasan las cigüeñas, considerada la primera de sus obras maestras y uno de los hitos del cine soviético. Sus tres últimas películas fueron La carta que no se envió (1959), la injustamente ninguneada Soy Cuba (1964), y La tienda roja (1969), esta última una coproducción italo-soviética protagonizada por Sean Connery, Peter Finch y Claudia Cardinale.